viernes, 4 de marzo de 2011

Así, no.

No sé qué es lo que me horroriza más de este desaguisado; el color del vestido, el corte, cómo le queda a Penélope o el hecho de que haya pensado que este atuendo es una elección acertada para los Oscar.
Por no hablar de que nuestra Pe más internacional se ha dedicado a ser paseada -que no a pasearse- por su flamante marido por la alfombra roja del teatro Kodak en L.A. ¿Qué te ha pasado, Penélope? De ser una de las siempre mejor vestidas del evento, a la mujer del malencarado del lugar.

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